«Los Kurdos en Turquía» por Manuel Ferez

La republica turca esta fuertemente basada sobre la idea de ‘una nacion’, ‘una lengua’ y ‘una bandera

“La promesa de Atatürk de crear un estado común para Turcos y Kurdos no sobrevivió a la formación de la República Turca.”

Gülistan Gürbey

 Turquía es el hogar de entre  13 a 15 millones de kurdos, lo que representa la mayor concentración kurda del mundo, las relaciones históricas entre los kurdos y los turcos han estado marcadas por periodos de violencia que en muchas ocasiones fueron omitidos por occidente debido a la orientación pro occidental que Turquía asumió desde que se unió a la OTAN en 1952 y estableció una alianza geopolítica y geoestratégica con el mundo occidental.

En la construcción de la República turca, los kurdos nunca fueron aceptados o admitidos como minoría en las legislaciones, ya que la división entre la población mayoritaria y minoritaria se realizaba tomando en consideración factores religiosos y siendo los kurdos en su mayoría musulmanes el factor étnico o cultural no fue tomado en cuenta. En este sentido el Sistema Millet, que regulaba la relación entre el gobierno otomano y sus minorías religiosas (judía, griega y armenia) sobrevivió al Imperio Otomano y se adaptó de alguna manera a la nueva República Turca.

Los líderes turcos de la época de la independencia buscaban crear un estado propio con una mayoría de la población musulmana y turca, de ahí las deportaciones y masacres de armenios en Anatolia durante el último periodo del Imperio Otomano.

Zidane Zeraoui en su artículo El dilema Kurdo: El derecho a la autodeterminación y las exigencias estratégicas regionales, afirma que la cuestión kurda actual ha tenido una dinámica muy diferente tanto en Turquía como en Siria, Irán e Irak, pues “salvo en la antigua Unión Soviética, en donde los derechos culturales de los kurdos fueron respetados como los de todas las demás nacionalidades, en Turquía, Irán, Irak y Siria esta minoría nacional fue siempre perseguida por una cuestión étnica o religiosa”[1]

 Zeraoui encuentra que, mientras en Irán se ha desarrollado una política de asimilación de la minoría kurda que tiene sus inicios en la Revolución islámica del año 1979, y en Irak la situación kurda sufría un control político fuerte pero tenía mayor libertad en cuestiones culturales, en Turquía, desde la década de los veinte bajo el liderazgo de Atatürk se ha “establecido una política de represión a toda manifestación lingüística y cultural kurda.” [2]

 Es importante señalar que para el gobierno de Ankara durante mucho tiempo no existieron los kurdos sino solamente “turcos de la montaña”, de esta manera la política turca ha sido la de desconocer la existencia kurda y “favorecer su exilio hacia las ciudades para su integración nacional y su pérdida de identidad. [3] Un ejemplo de lo anterior que Zeraoui menciona es la Ley No 2932 del año 1983 titulada “Sobre las publicaciones en otro idioma que no sea el turco” la cual prohíbe toda actividad destinada a usar y difundir como lengua materna otro idioma que no sea el turco.

 Hablar del problema kurdo en Turquía es discutir sobre la posición de las minorías étnicas en el sistema constitucional y legal turco, así como de la estructura ideológica en la cual descansan desde la creación de la República Turca y su herencia otomana.

El concepto de “minoría” se interpreta legalmente en Turquía sólo en relación con los artículos 37-42 del Tratado de Paz de Lausana de 1923, mismo que hace referencia sólo a aquellas minorías no musulmanas como griegos, armenios y judíos, esto significa que  el componente étnico y lingüístico de una minoría no es aceptada en Turquía debido al estricto concepto de estado nación que predomina en el país, como menciona Gürbey: “Uno puede afirmar que las causas del problema kurdo en Turquía se deben buscar en el sistema político y legal de la misma Turquía.”[4] 

Un sistema legal rígido es inadecuado para el actual contexto internacional turco ya que en el marco de las obligaciones que ha contraído al ser parte de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa y el Consejo de Europa como afirma Gürbey “un régimen constitucional tan restrictivo y el intento de controlar la vida política y social hasta el último detalle afecta el pluralismo y la democratización de la sociedad y la política”[5] lo cual choca con los parámetros europeos en materia de democracia y libertad civil.

Desde su creación,  ideología kemalista se ha basado en un estricto centralismo, un rígido concepto de Nación Estado y un extremo nacionalismo lo que históricamente ha contrastado con la estructura poblacional turca que muestra una gran diversidad étnica, lingüística y religiosa, “la concepción kemalista define a la nación turca como un grupo de ciudadanos sin consideraciones de carácter  étnico, lo que automáticamente niega cualquier interpretación legal sobre protección de minorías étnicas al interior del país.”[6]

Como miembros de la nación turca, los kurdos tienen igualdad de derechos en todos los aspectos, sin embargo, el derecho de proteger y desarrollar su etnicidad, cultura y lenguaje no se incluye en el concepto de igualdad legal.

A esta concepción histórica de la identidad turca se suma un segundo componente: “la indivisibilidad territorial” la cual es resguardada constitucionalmente, ejemplo de lo anterior es que el Artículo 125 del código penal prescribe la pena capital para aquellos que “intenten, con o sin violencia, separar porciones del territorio nacional.”

 El caso kurdo en Turquía se inscribe en la discusión histórica sobre la posición de las minorías étnicas dentro del sistema constitucional y legal turco desde la fundación del Estado.

 Un ejemplo de la compleja realidad kurda en Turquía, es el hecho, ya señalado anteriormente, de que por décadas, los kurdos han sido oficialmente declarados como “turcos de la montaña” y el uso de términos como Kurdos, lengua kurda y Kurdistán fue prohibido legalmente, sin olvidar mencionar que también por décadas, las regiones kurdas de Turquía han estado sujetas a un estricto control militar y un sistema legal regional diferenciado, lo que ha tenido un impacto económico negativo en esas zonas geográficas.

La herencia política de Kemal Atatürk  es muy clara y rígida: como principal resultado de la igualdad, cualquier expresión de identidad kurda está prohibida y debe ser perseguida, porque atenta contra los fundamentos mismos de la nación. Ejemplo de lo anterior es el artículo 125 del código criminal que “prescribe la pena capital para todos aquellos que intenten, con o sin violencia, separar partes del territorio nacional[7]

Será hasta la década de los ochenta, bajo el gobierno de Turgut Özal (1983-1993) que se produce el primer cambio en la política turca en relación a los kurdos, en esta década “se registró el inicio de la liberalización en la esfera cultural, una mejora en la economía de las regiones kurdas y un intento político de acercarse al PKK” [8]

 Özal tomó esta iniciativa de cambio durante la crisis del Golfo de 1991, pues “Özal vio la crisis en el Golfo como una oportunidad de fortalecer la posición política de Turquía entre sus aliados de la OTAN y por ello se unió a la alianza anti Irak de los Estados Unidos, a pesar de las fuertes críticas y protestas de oficiales de alto rango en el ejército y las fuerzas de oposición en el parlamento.” [9]

 En la misma década de los noventa, se registraron una serie de cambios legales y políticos en Turquía referentes a los kurdos, como resultado de una serie de presiones y negociaciones con la Unión Europea se introdujo la legalización del idioma kurdo por medio de la derogación el 2 de abril de 1991, de la ley que prohibía el uso de otras lenguas en Turquía, lo que representó un enorme paso hacia una nueva orientación turca del problema kurdo, este gesto tuvo una importancia enorme pues “hasta el momento, ha sido el gesto más simbólico por parte del gobierno de Ankara, hacia los kurdos que viven en Turquía”[10]

Otro ejemplo de este proceso son los cambios introducidos al artículo 8 de la Ley Antiterrorista que anteriormente sancionaba cualquier tipo de propaganda contra la indivisibilidad territorial de Turquía y permitía la persecución de cualquier tendencia separatista y también prohibía cualquier propaganda escrita u oral que  afectara la unidad territorial. Esta ley entraba en muchas contradicciones con los requerimientos de una sociedad democrática así como con los derechos humanos y “evitaba cualquier discusión sobre el problema kurdo, toda vez que cualquier debate al respecto, por si mismo, corría el riesgo de ser clasificado como propaganda contra la indivisibilidad territorial.”[11]

La presión europea surtió efecto hasta cierto punto, pues si bien el 27 de Octubre de 1995, en el marco de las negociaciones para implementar una Unión Aduanera entre el gobierno de Ankara y la UE, se establecieron cierto cambios en esta ley aunque de efecto limitado pues sólo se redujeron los años de las sentencias, sin embargo la “propaganda separatista” siguió siendo castigable por ley.

A pesar de estas medidas destinadas a mejorar las relaciones turco-kurdas, el gobierno de Ankara ha continuado con algunas posturas muy rígidas hacia los kurdos como la continua implementación de medidas de seguridad en el sureste de Turquía, el aumento del número de las “guardias locales” que para el año 1996 se estimaban en 67 mil personas “reclutadas de los grupos tribales kurdos opuestos al PKK y que son armados y pagados por el estado para mantener el orden en las zonas kurdas.”[12]

Los cambios constitucionales de Julio de 1995 no significaron una relajación o cambio de orientación de los elementos centrales de la ideología estatal ni provocaron algún ajuste en el concepto de minoría de acuerdo con los estándares europeos. “Los ajustes simplemente permitieron una mayor participación política de grupos como clubes, asociaciones profesionales, estudiantiles y comerciales.”[13]


[1] ZERAOUI, ZidaneEl dilema Kurdo: El derecho a la autodeterminación y las exigencias estratégicas regionales. Pág. 302.

[2] ZERAOUI, Zidane. El dilema Kurdo. Pág. 303.

[3] ZERAOUI, Zidane. El dilema Kurdo Pág. 302.

[4] GÜRBEY, GülistanThe Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 9.

[5] GÜRBEY, Gülistan. The Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 14.

[6] GÜRBEY, Gülistan. The Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 10.

[7]GÜRBEY, GülistanThe Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s .Pág. 11.

[8] GÜRBEY, GülistanThe Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 14.

[9] GÜRBEY, GülistanThe Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 14.

[10] GÜRBEY, GülistanThe Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 15.

[11]GÜRBEY, GülistanThe Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 11.

[12] GÜRBEY, GülistanThe Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 16.

[13]GÜRBEY, GülistanThe Kurdish Nationalist Movement in Turkey since the 1980s. Pág. 12.

* Manuel Ferez: profesor de Medio Oriente en la Universidad Iberoamericana y director del Centro de Investigación y Docencia para América Latina y Medio Oriente (CIDAM).

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