«Ayer el PKK asesinó a dos policías turcos, alegando que estos dos policías colaboraban con el Estado Islámico. Los sectores más radicales del PKK, habrían perdido la paciencia y quisieron vengarse por el atentado de Suruç (Pirsûs, en kurdo). Desde mi punto de vista el PKK cometió un gran error, los kurdos ganaban terreno en su lucha política y social en Turquía, este incidente da otro golpe más al frágil proceso de paz entre kurdos y turcos. Ahora Erdogan tendrá más pretextos para atacar al HDP (Partido Democrático de los Pueblos) e incluso para llevar a cabo una operación policial o militar contra los kurdos», ésta fue mi reflexión, publicada en Facebook, el pasado 23 de julio, sobre el asesinato de los dos policías turcos a manos kurdas.
Dos días después vimos como la aviación turca bombardeó las bases del PKK en los montes Qendîl y los pueblos que se encuentran en estos montes. La agencia de de noticias pro-PKK Firat News (ANF, por sus siglas en kurdo, Ajansa Nûçeyan ya Firatê) informó que durante el bombardeo de los aviones de guerra turcos sobre el pueblo de Zergele, 8 aldeanos fallecieron y 15 resultaron heridos. No es la primer vez que el bombardeo de la fuerza área turca causa víctimas civiles en las las aldeas del Kurdistán iraquí. Además, la policía turca detuvo a centenares de militantes kurdos en nombre de la lucha contra «el terrorismo». El PKK, por su parte, respondió matando a varios soldados turcos.
En estas dos semanas pasadas pregunté a varios kurdos de diferentes provincias kurdas de Turquía, que qué opinan con respecto a la actual escalada de violencia en Turquía. Unos critican el asesinato de los policías turcos, que era un error responder a las provocaciones continúas del Gobierno turco y matar a estos dos funcionarios del Estado turco. «Xwîn bi xwînê nayê şiştin» (la sangre no se quita con sangre), me dijo un kurdo de la provincia de Riha (Şanlıurfa, en turco) hace dos semanas. Cabe destacar que el co-presidente del HDP, Salahattin Demirtash, también pronunció este proverbio kurdo, para expresar su rechazo al uso de la violencia.
Otros, opinan que los kurdos ya no podían aguantar más y que había una presión popular para que el PKK retomase las armas, que con respecto a la proceso de paz, los kurdos sólo recibían promesas vacías del Gobierno turco, llevaban varios meses sin saber nada de su líder Abdullah Oçalan, el genocidio de Kobanê y luego el atentado de Pirsûs, que los turcos permiten que los yihadistas circulen libremente en el país y detienen arbitrariamente a los kurdos. Que todo esto era demasiado para mantener la calma y no responder a las provocaciones del Gobierno turco.
¿Cómo se acabará todo esto?
Ya dijimos que Erdogan perdió el norte, y al parecer sufre del delirio de la grandeza, después del varapalo electoral que sufrió su partido el pasado 7 de junio, todavía sueña con ser sultán aunque corran ríos de sangre kurda y turca.
Frente a la sinrazón del Gobierno turco, los kurdos deberían tener prudencia y mucha paciencia. Espero que el HDP pueda convencer al PKK para que no responda a las provocaciones y agresiones del Gobierno turco. «Nosotros decimos abiertamente que los actos que está cometiendo el PKK no son en absoluto correctos, no tienen justificación alguna, y tienen que parar inmediatamente», dijo recientemente Demirtash en una entrevista al diario El País.
El líder kurdo Salahattin Demirtash no se cansa de lanzar llamamientos a ambos bandos de hacer callar las armas y retomar el diálogo de paz, esperamos que los esfuerzos del HDP lleguen a un buen puerto. Si los esfuerzos del HDP fracasan, el remolino de la violencia seguirá cobrando vidas humanas en Turquía.
Pingback: ¿Viajo o no a Turquía? | Actualidad Kurda
Pingback: El déspota de Ak Saray y sus yihadistas | Actualidad Kurda
Pingback: El déspota de Ak Saray y sus yihadistas kurdistanamericalatina