El País.- Los grupos de oposición sirios se preparan para exhibir su fuerza en una jornada crítica para el régimen de Bachar el Asad, bautizada por los manifestantes como el Gran Viernes, con la convocatoria de protestas en más de 40 ciudades del país árabe. Se trata del mayor desafío lanzado hasta la fecha por los movimientos críticos contra la dictadura siria, que sigue jugando un doble juego de concesiones y represión que no ha logrado apaciguar los anhelos de cambio de la mayoría de la población siria.
Los rezos musulmanes del viernes marcarán el punto de partida de una jornada decisiva para el devenir de la revuelta en Siria. Los propios organizadores admiten que esperan nuevos tiroteos y nuevas víctimas mortales, después de que la represión del régimen dejara entre el pasado sábado y este martes medio centenar de muertos solo en Homs, la tercera ciudad del país y epicentro de la revuelta.
El corresponsal de Al Yazira en el país informa de que el Ejército y la policía se han desplegado esta pasada madrugada en ciudades como Homs y Daraa para disuadir a los miles de manifestantes que prevén tomar hoy las calles. Un activista ha asegurado que varios vehículos con soldados y ametralladoras se han trasladado en las últimas horas desde Damasco a Homs. Grupos compuestos por al menos cinco soldados han patrullado a pie la ciudad durante la madrugada. Testigos aseguran que junto a los uniformados hay agentes vestidos de paisano y de camuflaje. La situación es de extrema tensión y muy confusa, debido a la ausencia de prensa extranjera y a la censura sobre la prensa local.