Cuarto Poder / Manuel Martorell – Este domingo, la ciudad de Suleimaniya ha entrado en su segundo mes de protestas para exigir un profundo cambio político del Kurdistán iraquí, una región integrada por vínculos federales en el Estado de Irak, pero que funciona de forma independiente bajo el control de dos grandes partidos: el Democrático, liderado por Masud Barzani, y la Unión Patriótica, de Jalal Talabani. Desde el 17 de febrero, miles de personas se han concentrado todos los días en la plaza Saray (Palacio), rebautizada como plaza Azadi (Libertad), para exigir la dimisión de los tres principales poderes -Masud Barzani (presidente de la región), Barham Saleh (primer ministro, de la UPK) y Kamal Kirkuki (presidente del Parlamento)- y la convocatoria de unas “elecciones transparentes”.
Aunque este movimiento tiene su epicentro en la capital cultural de esta región autónoma, las protestas se han extendido a otras localidades importantes, como Chamchamal, Kalar, Koya, Halabja, Qaladiza, Said Sadik, Rania o Penjwin. En total, se han registrado ocho muertos y más de 200 heridos, fundamentalmente de bala, ya que, según han denunciado los manifestantes y varios organismos internacionales, los “peshmergas” a las órdenes del PDK y la UPK han utilizado fuego real para disolver las manifestaciones. Entre los fallecidos, se encuentra un niño de 11 años llamado Garmian Ahmed, dos de 15 años (Rizhwan Alí y Bilal Saleh), otro menor de 16 (Surken Zahid), una persona de 65 años (Rashid Muhamed) y tres jóvenes: Sarkar Said (23), Omed Jalal (25) y Serhad Taha (28). Seguir leyendo en Cuarto Poder