ABC / Daniel Iriarte – La decisión tomada ayer por el comité electoral turco –en la que prohibió presentarse a las elecciones a doce candidatos, la mayoría kurdos- amenaza con desencadenar una auténtica tormenta política en Turquía. Entre los vetados se encuentran importantes figuras políticas kurdas, como Leyla Zana, varias veces candidata al premio Nobel de la Paz, y Premio Sajarov en 1995, así como militantes de partidos minoritarios de izquierda.
El motivo que alega el comité electoral turco (YSK) es que dichos candidatos, o bien han estado en prisión en el pasado, o bien tienen juicios abiertos. “La decisión es definitiva”, ha declarado Ali Em, portavoz del comité. Pero dado que muchos consideran que las razones por las que los candidatos fueron condenados eran políticas –Zana, por ejemplo, fue enjuiciada en 1991 por hablar kurdo en el parlamento turco, donde era diputada, y actualmente tiene pendiente una condena de tres años por presunta “apología del terrorismo”-, la medida ha despertado una enorme cólera en algunos sectores de la sociedad turca.
Batalla campal en el centro de Estambul
Por lo pronto, ya ha desencadenado una batalla campal en el centro de Estambul. Esta mañana, una manifestación en la céntrica plaza de Taksim ha reunido a más de diez mil personas, que posteriormente han cortado el tráfico y se han dirigido en procesión a la zona de Aksaray, donde algunos de sus dirigentes han comunicado su pretensión de montar un campamento de protesta.
Durante el camino, varias decenas de jóvenes encapuchados con el “pushi” (el pañuelo tradicional de Oriente Medio, en su versión kurda) han arrojado petardos y bombas incendiarias, prendiendo fuego a una sede de correos, a una notaría y a varios edificios, según ha podido constatar ABC. Asimismo, han apedreado numerosos vehículos, varias paradas de autobús, e incluso algunos institutos, en cuyo interior se encontraban decenas de estudiantes recibiendo clase.
El servicio de orden de la manifestación, así como la gente de más edad, se ha esforzado en evitar los disturbios, pero los jóvenes, visiblemente exaltados, estaban dispuestos a armar bronca a cualquier precio. Finalmente, en la plaza de Aksaray, un grupo de alborotadores ha atacado a la policía con pequeños petardos y cócteles molotov. Esta ha reaccionado lanzando gran cantidad de gases lacrimógenos hasta despejar la calle, cortando también el tráfico en la zona, si bien no ha cargado contra los manifestantes, que han organizado una sentada en la plaza que continúa todavía.
Manifestación convocada por el BDP
La manifestación había sido convocada con anterioridad por el partido kurdo BDP –la cuarta fuerza política de Turquía- para protestar por el macrojuicio contra 101 alcaldes y miembros de esta formación a los que se acusa de formar parte del KCK, la red urbana del PKK. Esta organización está considerada un grupo terrorista tanto por Ankara como por EE.UU. y la Unión Europea. No obstante, algunos observadores –entre ellos la ONG estadounidense Human Rights Watch- consideran que el juicio, que está teniendo lugar estos meses en la ciudad de Diyarbakir, podría tener una motivación política.
Por ello, el BDP lanzó hace unas semanas una gran campaña de desobediencia civil que hasta ahora ha tenido un éxito limitado. Pero ayer se decidió ampliar el motivo de la manifestación para protestar también contra la decisión de la comisión electoral. Representantes del BDP han declarado dicha medida “inaceptable”, y amenazan con boicotear las próximas elecciones generales si el problema no se resuelve en pocas semanas.
Dado que la población kurda de Turquía supone un cuarto del total del país, dicho boicot podría hacer peligrar los comicios, previstos para el 12 de junio. También en las ciudades de Diyarbakir y Van, en las regiones de mayoría kurda del sureste del país, han tenido lugar protestas y disturbios por los mismos motivos.