Hoy es el 41 de mayo y aún no hemos quitado el sayo, por ello los conciertos musicales, patrocinados por La Caixa, que se solían ver en el patio del museo López Villaseñor, ahora se ven en el Salón Municipal del Antiguo Casino . Ayer tocaba un grupo cubano “Melao” y en las últimas canciones de su repertorio invitaron al público a bailar al ritmo cubano, pero lo que pasa con mis paisanos que son un poco tímidos necesitan alguien que rompa el hielo para que se animen a bailar.
Recuerdo el año pasado cuando estuvo mi madre, en una visita a La Mancha, sentada a mi lado en un concierto de una cantante croata, y como le pedía que me diera su pañuelo para que pudiese bailar el baile kurdo, pero mi madre decía: “estate quieto mira como están los españoles, cada uno en su silla, pero mi madre no sabe que una cuestión de timidez y que los tímidos son iguales estén donde están en Siria o en España. Finalmente, después de tira y afloja, me concedió su pañuelo y salté al escenario para bailar con la cantante croata.
Ayer, empecé a bailar con los músicos cubanos. Luego se incorporó al baile cubano una niña de 5 años y esta vez mis paisanos no tardaron mucho en reaccionar, y empezaron a bailar uno tras el otro. Al fin y al cabo todos los que estaban en el salón bailaron con mucha alegría aun la edil de cultura y el jugador cubano del balonmano de Ciudad Real (campeón de Europa).
Y al final los músicos cantaban ¿De dónde somos? y el maravilloso público respondía, bailando, “somos de Cuba”.
Lástima que el próximo concierto, seguro estará en el patio del museo, no bailaré con mis paisanos al ritmo griego.
Recuerdo el año pasado cuando estuvo mi madre, en una visita a La Mancha, sentada a mi lado en un concierto de una cantante croata, y como le pedía que me diera su pañuelo para que pudiese bailar el baile kurdo, pero mi madre decía: “estate quieto mira como están los españoles, cada uno en su silla, pero mi madre no sabe que una cuestión de timidez y que los tímidos son iguales estén donde están en Siria o en España. Finalmente, después de tira y afloja, me concedió su pañuelo y salté al escenario para bailar con la cantante croata.
Ayer, empecé a bailar con los músicos cubanos. Luego se incorporó al baile cubano una niña de 5 años y esta vez mis paisanos no tardaron mucho en reaccionar, y empezaron a bailar uno tras el otro. Al fin y al cabo todos los que estaban en el salón bailaron con mucha alegría aun la edil de cultura y el jugador cubano del balonmano de Ciudad Real (campeón de Europa).
Y al final los músicos cantaban ¿De dónde somos? y el maravilloso público respondía, bailando, “somos de Cuba”.
Lástima que el próximo concierto, seguro estará en el patio del museo, no bailaré con mis paisanos al ritmo griego.
Zinar. Es curioso, pero la música une a los pueblos. En los ritmos, en las melodías y en los bailes de cada región está la esencia del sentimiento que nos hermana a todos. Por lo que cuentas, Ciudad Real tiene una buena oferta cultural y hay conciertos interesantes. Se nota que lo vives y que eres más animado que la mayor parte de los españoles.
Juan m.prieto, sí amigo, buena oferta cultural y sobre todo gratis.Un GRAN saludo desde Euskadi